El mal aliento, o halitosis, es considerado un síntoma de deficiencia higiénica.
Aunque su origen puede ser diverso, a nadie le gusta tener mal aliento. Además se considera un problema social que puede resultar en situaciones embarazosas.
¿De dónde procede el mal aliento?
En nueve de cada diez casos, la halitosis procede de la cavidad oral. Aunque los motivos puede ser muy diversos. La causa más habitual (el 50% de los casos) es una higiene dental deficiente: los restos de comida son pasto para la placa bacteriana (causa número uno del mal aliento).
También existen otras causas: heridas, caries, problemas periodontales o el tabaco también pueden provocar un mal aliento.
Existe la posibilidad de que el origen esté generado fuera de la boca. Lo más habitual son problemas en el tracto digestivo, el respiratorio o a consecuencia de algunas enfermedades renales o hepáticas.
Facilitar la masticación
Es cierto que alimentos como frutas, verduras y legumbres no suelen ser fáciles de masticar.
Las fruta muy madura puede suponer un problema. Prueba con frutas más blandas o ingiérelas en dados o en zumos. Con la verdura puedes probar con purés y cremas y eliminar esa textura fibrosa que puede ser molesta para tu ortodoncia.
Con legumbres, pastas y arroces deberás cocer los alimentos durante más tiempo para reblandecerlos y dedicar un poco más de tiempo a la masticación para evitar la sensibilidad.
¿Cómo se produce el mal aliento?
Es cierto que algunos hábitos o situaciones concretas pueden dar lugar a un proceso de mal aliento.
Por ejemplo, es habitual despertarnos con la boca “pastosa” y con mal sabor. Es normal ya que durante el sueño disminuye el flujo de saliva y puede dar lugar a mal aliento (esta situación se incrementa si nuestras cenas son copiosas).
La edad también es un factor determinante, ya que nuestras glándulas salivales sufren el paso del tiempo y pueden alterar la calidad de nuestra saliva.
Nuestros hábitos también influyen. El tabaco, el alcohol o la dieta son determinantes en la calidad de nuestra saliva y en nuestras digestiones. Por otro lado los periodos de ayuno (cada vez mas habituales en algunas dietas estrictas) también pueden afectar a la forma en que nuestra saliva y digestión funcionan.
Por último, los tratamientos farmacológicos suelen conllevar procesos de mal aliento al cambiar nuestra flora bacteriana.
La halitosis también es un efecto secundario de algunas enfermedades relacionadas con la cavidad oral o el tracto digestivo. Las úlceras, las infecciones del tracto respiratorio o algunas enfermedades respiratorias, como la sinusitis, también pueden causar mal aliento.
¿Cómo elimino el mal aliento?
Cepillarse después de cada comida, controlar la dieta y reducir el consumo de tabaco o alcohol (o eliminarlos de la ecuación), reducen la aparición del mal aliento a su mínima expresión.En Clínica Dental Plata te regalamos un kit de cepillado básico para que comer fuera de casa no sea una excusa de manual.
También puedes recurrir a los elixires bucales. Normalmente llevan productos antibacterianos que disminuyen la creación de placa por parte de las bacterias.
¿Cómo sé que tengo un problema de halitosis?
Es algo muy difícil de diagnosticar. En primer lugar porque es muy complicado notar el propio aliento y en segundo, porque socialmente no está bien visto señalar la halitosis de otra persona.
Es por esos dos motivos, y por tu salud, que un diagnóstico profesional puede suponer una gran diferencia. Recuerda que en nuestra clínica dental de Alcorcón te ofrecemos una revisión gratuita anual y una cada seis meses para los más pequeños de la casa.
Lucir una sonrisa bonita y un aliento fresco y saludable está al alcance de todo el mundo. En Clínica Dental Plata estamos deseando convertirte en la reina o rey de tu vida social.