Aunque la mayoría de los tratamientos odontológicos se realicen por motivos estéticos, también resulta fundamental solucionar los problemas de mordida abierta o cruzada.
Muchas personas no son conscientes de que sus problemas de oclusión dental pueden generar auténticos problemas de salud, que irán mucho más allá de la bucodental. Cualquiera que haya padecido un malestar dental es consciente de que los dolores y problemas llegan a extenderse por todo el cuerpo.
Por ello, queremos adelantarnos con algo. Si ahora mismo estás padeciendo problemas de mordida cruzada o abierta (o te sientes identificado con lo que te contaremos a continuación), puedes reservar tu cita con Clínica Dental Plata para que te evalúe un equipo de expertos en salud bucodental.
¿Qué es la oclusión dental?
Comencemos por el principio. La oclusión dental es lo que comúnmente se conoce como mala mordida. Una serie de problemas a la hora de utilizar los dientes para moder, cuyas consecuencias van mucho más allá de molestias bucodentales o motivos meramente estéticos.
Aunque su solución sea sencilla, pues basta con emplear brakets o una ortodoncia invisible con alineadores, la inmensa mayoría de las personas que necesitean un tratamiento, no lo buscan.
Sienten que estos efectos forman parte de su día a día y, simplemente, viven con ellos a pesar de que se pueden curar las molestias. La realidad es que sus efectos afectan a ámbitos tan diversos como la postura, la fatiga o el equilibrio. Es decir, que subestimar este tipo de dolencias puede derivar en situaciones bastante más graves y que serán difíciles de reparar.
Más vale tomar cartas en el asunto cuando empiece el problema y asegurarnos de revertir todos sus efectos.
¿Cuáles son las causas más habituales de una mala mordida?
Como sucede en muchos otros problemas de origen dental, las causas de una mala mordida son también muy diversas. No obstante, es posible identificar una serie de patrones que suelen compartir los pacientes que sufren de estos problemas.
- Malos hábitos. Unas malas costumbres desde la cuna dieron lugar a una serie de problemas que hoy tienen impacto. Chuparse demasiado el dedo o utilizar como si no hubiera mañana el chupete son los primeros síntomas de una futura mordida abierta.
- Pérdida prematura de los dientes. Como te puedes imaginar, la boca necesita adaptarse a cada nueva situación en la que se encuentre y durante ese proceso está mucho más susceptible a que aparezcan dolencia.
- La propia tensión generada por la manera en la que el paciente aprieta la mandíbula por la noche, degenera en un problema de mandíbula que le acompañarán toda la vida si no le ponen remedio pronto.
Pero no todo son malas noticias. Las buenas son las que aseguran que todos estos problemas son solucionables con la medida adecuada.
¿Qué consecuencias puede tener una mala mordida para tu salud?
El verdadero problema de una mala mordida no está en el gesto en sí, sino en el daño que puede generar a nivel corporal. A continuación te comentamos algunos de los males más habituales, pero es posible que en tu situación se manifieste de una manera distinta.
- Dolor de cabeza: la mala mordida conlleva una serie de descompensaciones musculares que pueden generar casos de cefaleas o migrañas.
- Dolor cervical. Puede afectar al correcto rendimiento de la persona en el trabajo en su día a día.
- Desequilibrios posturales. Afectará al control de la postura y generará fatiga.
- Dolor de mandíbula. Que aparecen a la hora de masticar y en el día a día del paciente.
¿Te has visto reconocido en este texto? ¿Sufres problemas de mordida y salud y te gustaría ponerles fin antes de que vayan a más?
Si vives por la zona de Alcorcón, te animamos a que reserves una cita con el equipo de Clínica Dental Plata.
Estamos acostumbrados a trabajar con casos de mordida cruzada y sabemos cómo ayudarte para generar alivio en las primeras etapas del proceso y acabar con el problema al final del tratamiento.